Hablando en términos teóricos, como tal dicho síndrome no ha sido tipificado como una enfermedad o trastorno específico, como se menciona previamente los síntomas que se presentan, se relacionan directamente con los que se presentan típicamente en la ansiedad, como un resultado natural frente a las condiciones de vida que nos hemos visto obligados a cumplir durante el periodo de confinamiento, y el miedo que produce la idea de volver a salir de nuestro ahora “espacio seguro”.
¿Entonces por qué hablar de un síndrome de la cabaña y no estrictamente de ansiedad?
Esto se debe a que las situaciones en las que estos síntomas se presentan son bajo ciertos contextos específicos, donde la cabaña, en este caso es representada por nuestros hogares como el lugar donde podemos mantenernos seguros.
En Canadá se habló por primera vez del síndrome de la cabaña en una situación totalmente diferente, pero en donde el contexto cumplía los mismos parámetros de vivir el encierro en casa por un tiempo prolongado; esto se presentaba específicamente en épocas invernales donde las tormentas y las condiciones climáticas eran tan extremas que obligaban a las personas a quedarse en sus casas por su propia seguridad.
¿Cuáles son los síntomas de este síndrome?
Como bien mencionamos antes se asocian directamente con síntomas de ansiedad, además se suma el miedo a enfrentar una nueva realidad donde nos vemos expuestos al mundo exterior, fuera de nuestro hogar.
Como seres humanos tenemos tendencia a organizar o crear rutinas que nos permitan enfrentar situaciones desconocidas, así como en un inicio se podía presentar frustración, enojo, irá, tristeza, angustia por no saber cómo sobrellevar lo que estaba ocurriendo, ahora que ha pasado un largo tiempo en el que hemos generado nuestros propios cronogramas para desempeñar nuestras actividades en casa, es momento de retomar nuestras actividades ajustándonos a nuestra nueva realidad, es normal que estos sentimientos de angustia, frustración, y especialmente miedo al exterior, se intensifiquen ya que volvemos a enfrentarnos a una situación sobre la que no tenemos control, más sin embargo no debemos dejarnos dominar por nuestros estás emociones.